lunes, 6 de febrero de 2012

Chile: La cultura debe ser nuestra política

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Poeta y Productor
de Chile Poesía



Vaya que la callan, la ignoran o la callan o la ocultan, pero la verdad surge una y otra vez como una vertiente que sale de la roca: lenta, persistente, un hilo de agua que avanza sobre el desierto de olvido que es Chile. Hay que decirlo claramente y que se escuche: desde México hasta la Patagonia, hay un camino de muertos.

El agua es la memoria de la vida, eso lo sabe cualquier miembro de una nación originaria. La relación de esos pueblos con la naturaleza y la tierra es horizontal, mística, armónica y contrasta con el deseo de empresarios, políticos, transnacionales, imperio: despojarlos de todos los recursos naturales -fósiles o vivos- enclavados en los territorios en que viven. La tierra es un organismo vivo, los seres humanos que detentan el poder, sus asesinos. Es como una fractura gigantesca que se produce en un glaciar, un trozo de hielo, una falla silenciosa que hemos producido con plena conciencia y en nuestra propia mente. ¿Somos una especie condenada a la extinción?

Nuestra patria, Chile, no escapa a esta maldición que significa un conquistador, un colonizador, un criollo. Descastados y sin patria, nación, identidad, a oligarcas y esbirros sólo los aglutina la rapiña y ser una colonia. Su bandera es el dinero o el oro, la fatal sed de oro como decía Rimbaud; su oficio: asesinar y robar. Los ejércitos y las banderas nacionales se construyen para proteger la expoliación, el saqueo de territorios, del cobre, de los bosques, del agua. Su enemigo, es el pueblo. Esta decisión de pequeños grupos, familias, mafias, de utilizar -por sobre los intereses de las mayorías- la violencia, las comunicaciones, la mentira como razón de estado, la inseguridad, la ignorancia y la pobreza sobre vastos territorios físicos y humanos, es lo que produce esa rabia de individuos y de pueblos que algunos llaman: revolución.

Las multinacionales son los padres y madres de las contrarrevoluciones. Saber la identidad que tiene el crimen, es otra terrible verdad, y es necesario conocerla. Según el Manual de Gavet -guía "ética" de los ejércitos occidentales- el enemigo es el intelectual, el libro. La imagen de cualquier dictadura es la quema, la pira de libros, nunca lo olviden.

La derecha no inventa boleros, cuecas bravas, valcesitos; la derecha no tiene Violetas Parra, Cantos Generales, Altazores, Poemas de Chile, Muertes y Maravillas. Todo ser conciente y con identidad, está unido con ese hilo invisible de la memoria, que es en el fondo, el cordón umbilical con el futuro. La memoria de Chile es su belleza, la poesía. La belleza es libertaria, además de ser estética. Todo arte, es un camino de liberación: personal y colectivo.

Y como si fuera poco, la derecha no tiene a Allende los Andes, nosotros sí.

La Memoria construida por poetas, síntesis de individuos solitarios, es nuestra identidad país. La única que realmente hemos construido. Chile, antes de ser un país, fue un poema. La cultura debe ser nuestra política hacia la unidad y el entendimiento de las fuerzas progresistas.

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Viva Chile, mierda.


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1 comentario:

  1. "Los ejércitos y las banderas nacionales se construyen para proteger la expoliación, el saqueo de territorios, del cobre, de los bosques, del agua. Su enemigo, es el pueblo."
    Una Verdad no reconocida. Agregarìa las religiones, esa invención de "la Patria", sin contar con el racismo, arribismo y otros que la naturaleza ha prodigado generosamente a los hombres. Finalizo con el hecho de que en Chile todos ven en blanco y negro o izquierda o derecha, unos lloran por Pinochet, otros por Lenin, otros lloraràn por Fidel, para estos sujetos hay asesinos buenos y malos según sean o no de su bando, lamentablemente son como el 99 por ciento de los chilenos. ¿Hacer? nada podemos hacer frente a estos fanáticos verdes, rojos o amarillos.

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